El K-Pop es un espectáculo audiovisual. No basta con tener una canción pegadiza, hay que proporcionarle una coreografía ad hoc. Lo explicaré mejor con un ejemplo: Paparazzi, de Kan Mi Youn.
Kan Mi Youn era una de las integrantes de uno de esos ignotos grupos de chicas de la era pre Wonder Girls llamado Baby Vox que ahora intenta hacerse un hueco en solitario. Si para su primer vídeo, Going Crazy, utilizó como reclamo a Lee Joon de MBlaq, en esta ocasión se aprovecha del buen hacer de las bailarinas de la YG, la compañía de Big Bang y las 2NE1.
Porque Kan Mi Youn se dijo "vale, tengo una canción con el mismo tema y título que aquella de Lady Gaga, a saber, una mujer loca que persigue al hombre que le gusta. Nada demasiado original. ¿Qué puedo hacer para que mole de verdad? Pues hacer una coreo en la que simule hacer fotos, mirar por unos prismáticos... En definitiva, ilustrar convenientemente todas las chorradas que digo en la letra". Voila! Esa es la grandeza del K-Pop, las canciones y las coreografías deben estar íntimamente ligadas por un concepto. En este caso, el concepto del "paparazzi". Un baile tan genialísimo no se le hubiese ocurrido ni a la Gaga.
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