Me gustan mucho las Piggy Dolls. Su 'Trend' me parece uno de los jitazos de este 2011. Creo, además, que podría suponer un cambio de paradigma en el K-Pop, ya que es de las pocas canciones coreanas que no se limita a decir "me pongo nerviosa cuando me miras" o "eres una buscona y te odio", sino que contiene un valioso mensaje: habla sobre la necesidad de aceptarse a uno mismo. Da igual que seas gordo, granujiento, cojo, bizco o tengas el coeficiente intelectual de una patata... ¡Tú también puedes ser un idol!
El otro día estaba en el backstage con una de las SNSD, cuyo nombre no revelaré, y le comenté esto mismo, que me entusiasmaban las Piggy Dolls.
- Pero, ¿cómo te pueden gustar? ¡Si la cantante es igual que Falete!
- No, mujer, me refiero a sus voces, a su actitud... ¿Has pensado que, si 'Trend' tiene éxito, vosotras tendréis que hacer canciones con mensaje, en lugar de cantar chorradas como eso de "Oh, la linda fragancia"?
- ¡Que te crees tú eso! Si las cerdas esas triunfan, sólo será necesario que nos acortemos un par de centímetros nuestros shorts. Contra esa táctica no hay mensaje que valga.
Me tuve que callar. Es cierto. A las piernas de las SNSD no hay quien se resista.
- Pero, ¿cómo te pueden gustar? ¡Si la cantante es igual que Falete!
- No, mujer, me refiero a sus voces, a su actitud... ¿Has pensado que, si 'Trend' tiene éxito, vosotras tendréis que hacer canciones con mensaje, en lugar de cantar chorradas como eso de "Oh, la linda fragancia"?
- ¡Que te crees tú eso! Si las cerdas esas triunfan, sólo será necesario que nos acortemos un par de centímetros nuestros shorts. Contra esa táctica no hay mensaje que valga.
Me tuve que callar. Es cierto. A las piernas de las SNSD no hay quien se resista.
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